LA GENTE QUE ME GUSTA
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no
hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que
hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de
sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero
que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos
equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre
amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con
argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de
reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza
genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de
frente; a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando se
trata de alcanzar objetivos e ideas.
Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como
esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa
gente a mi lado me doy por bien retribuido.
LA GENTE QUE ME GUSTA Texto que se atribuye a Mario Benedetti
Nostalgia de su patria, de su casa, de su espacio, de sus amistades y de una vida que ha ido perdiendo a lo largo de muchos años de viajes y conocimiento. El poeta inicia su poema en el que hay desaliento y un cansancio emocional. No tiene que ver con que fuera una vida rica en vivencias, sino que se refiere a las pérdidas de lo que dejó atrás mientras estuvo lejos.
Los dos siguientes versos hablan de lo negativo. El viajar constantemente no significa vivir ya que él mismo, como indican estas palabras, no ha podido formar un hogar debido a su ritmo de vida. Es como si de alguna manera esta imagen le atormentara y lo entristeciera.
En la tercera estrofa el poeta es consciente de lo poco que es y de lo equivocado que estaba cuando creía ser mucho más de lo que era. Echando la vista atrás hace un examen de conciencia de lo vivido y de los frutos que ha tenido.
En la cuarta estrofa el poeta prefiere un lugar donde estar, un espacio donde descansar y poder contemplar. Ya siente que es tiempo de detenerse y conocer lo que le rodea, empaparse de la casa, de las calles que recorren su localidad con sus sonidos, sus gentes, sus olores y sus sabores. Tiene una necesidad de asentarse y de tomar decisiones vitales.
La carretera en forma de serpiente es una metáfora. Un camino difícil tortuoso y con muchos obstáculos y que lo entristece. Hay nuevamente un deseo de volver a casa y estar con los suyos para poder pasar más tiempo con ellos. Y ese deseo no es sólo para poder disfrutar de su presencia, sino también porque quiere tener más tiempo para recordar lo vivido y poder transmitirlo y contarlo a los demás. Como conclusión, la vida es muy corta para poder conocerlo todo y la búsqueda de ese «todo», es muy cansada. Por eso es mejor vivir lo justo y poder compartirlo para recordarlo y para que los demás puedan disfrutarlo y enriquecerse.
Por eso la última frase es importante. El cansancio no es porque haya conocido poco, sino porque la vida es finita, porque no tenemos todo el tiempo del mundo para poder abarcar todo el conocimiento. Pero lo que si tenemos es la capacidad para transmitir lo que sabemos, para que quienes no pueden tener esa oportunidad, sepan lo que hay en otros sitios, lo que se sabe, lo que se conoce y compartirlo.
Tú me gustas total, entera y toda, no por el fuego de tu pelo húmedo, ni por tus senos de canela tibia, ni el pecado del ritmo en tu cadera.
Tú me gustas total, entera y toda, no por tu boca tan intacta al beso, ni por las llamaradas de tu carne que se está calcinando entre tus venas.
Tú me gustas total, entera y toda, no porque eres mía y no me perteneces, ni porque la envidia de los demás la siento como si se tratase de mi propia envidia.
Tú me gustas total, entera y toda, no porque me la pase junto a ti bebiendome tu aliento, ni rumiando los pedazos de tu amor que tú me miras.
Tú me gustas total, entera y toda, por ese olor a carne que tú tienes; olor de carne de mujer que es tuyo, porque nadie más huele así en la tierra.
Tú me gustas total, entera y toda, porque ese olor es tuyo y lo encontré para mí.
TÚ ME GUSTAS TOTAL, ENTERA Y TODA - CÉSAR DÍAZ MARTÍNEZ